Una vez ya dije que para que una persona me decepcionara, debía de importarme. Es verdad que muchas veces he esperado poco de ciertas personas y también es verdad que otras veces, no he llegado a esperar nada porque se veía venir. Pero de quienes hablo ahora si que esperaba, y si que me importaba, asíque han tenido la capacidad de decepcionarme. Pero me siguen importando, así que la decepción, cada vez que lo pienso, cada minuto que pasa, cada seguno, es mayor. Lamentablemente.
Una calada más por tus recuerdos, o por cómo han llegado hasta aquí. Una calada por todas las veces que has dicho mi nombre en tu mente, por todos y cada uno de los besos que me diste y los que nos quedan por dar. Una por tus principios, otra por mi final. Una por nuestra noche y su ocasión. Otra por todo lo que callé. Y la última, una de esas largas para que me tengas en cuenta, siempre. Las que quieras mientras no haya amanecido que sepas que me encanta fumar, pero prefiero otro vicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario