Una calada más por tus recuerdos, o por cómo han llegado hasta aquí. Una calada por todas las veces que has dicho mi nombre en tu mente, por todos y cada uno de los besos que me diste y los que nos quedan por dar. Una por tus principios, otra por mi final. Una por nuestra noche y su ocasión. Otra por todo lo que callé. Y la última, una de esas largas para que me tengas en cuenta, siempre. Las que quieras mientras no haya amanecido que sepas que me encanta fumar, pero prefiero otro vicio.
viernes, 8 de abril de 2011
Caminaba en linea recta. Constante. Controlando el tiempo en el que debía dar cada paso con cada pié, ya que no podía controlar cada latido. Intentaba huir del mundo, pero ya que eso me parecía algo difícil, intenté huir de esa habitación, de esa casa, de esa calle. Y a poder ser, intentaba huir de ese momento. Quería estar lo más lejos posible de él. En efecto, quería encontrarme con el olvido. ¿Cómo ha podido olvidarse de mí tan pronto?
La lluvia borraba mis huellas que había dejado sobre la tierra húmeda de la calle, pero no podía borrar las que había dejado en su corazón.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
jo.. me he sentido super identificada !
ResponderEliminareso mismo me preguntaba yo antes millones de veces..como pudo olvidarse..pero bueno cariño,todo pasa por algo :)
me encanta tu blog ! lo pondre en mis favoritos (:
Un besazo tocayaa :P!