lunes, 31 de enero de 2011

Lo sé todo.

-Sé donde encontrarte donde mirarte y donde tengo que tocar. Te emborracharé mientras tu pagas las rondas de piropos. Me besarás con la voracidad del que se cree cazador mientras caes en la trampa de mis labios. Nos quitaremos la ropa en un segundo, y sólo tardarán otro en reconocerse nuestros cuerpos. Borraré uno a uno los rastros de otras y los sustituiré por besos invisibles que no se borran♥.

Eso hago yo.

- No te acuerdes si no quieres acordarte. Yo aunque me arrepienta, mientras algo haya pasado, seguiré recordándolo. No me olvido de las cosas solo para hacer como si no hubiera pasado y intentar ser un poco más feliz. Lo nuestro pasó, ¿Verdad? Pues no pierdas tiempo olvidandolo. Simplemente apartalo a un lado de tu mente para dejar espacio a algo nuevo. Eso es lo que he echo yo. Y tampoco me está yendo tan mal♥.

martes, 11 de enero de 2011

Pulso Co-razón.

'El sabio señala al cielo y el tonto mira el dedo'
Yo formé parte del gran número de personas que miraron el dedo. Yo fui de las ingenuas que confiaron en tí. Más, que en tí, creo que confíe ciegamente en el amor. Me dejé llevar por el mero echo de que estoy acostumbrada que sea él quien decida mi vida. Él era quien decidía el camino, la opción, el color, si lleno o vacío, grande o pequeño, siempre o nunca. Sería incoherencia, pero yo lo hacía así. Me dejaba guiar por el amor, eso capaz de alterar y definir nuestras vidas.
Pero ahora no hay amor.. aquí dentro no hay nada -Dije llevándome la mano al pecho- Y no conozco a nadie que haya conseguido ser feliz con solo hacerle caso a la razón.

Tú, mi tierra de nadie.

Somos personas, entramos en la vida de los demas. Lo lógico, ¿No? Pues hay personas que llegan, nos tocan ese corazon y sin mas se marchan. Entran y salen sin avisar y cuando se van nos dejan marcados porque por ellos, hemos tomado determinadas decisiones. Bien, pues esas personas son un tierra de nadie. Personas que no nos pertenecen para reprocharles el dolor que nos causaron o nos causaran. Personas como nosotros, corrientes, pero que sin embargo, a diferencia de nosotros, viven en su propio mundo ignorando el resto

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domingo, 9 de enero de 2011

Ya no sé ni lo que quiero.



Tampoco sé lo que tengo. Puede que no tenga nada o quizás lo tenga todo, pero yo no me doy cuenta de nada. Porque mientras no sepa lo que quiero, no puedo buscar un motivo para sonreir. Mientras no sepa lo que quiero, no puedo echar de menos nada. Mientras no sepa lo que quiero, no sabré para qué vivo. Y quizás así es mejor, porque mientras no sepa lo que quiero, no sentiré nada. Ni placer ni dolor. Nada.


Des_nudate.


Voy caminando descalza para notar la frialdad del suelo y saber que realmente esto no es un sueño y que estoy despierta. Muevo la cabeza para deshacerme del coletero que sujetaba mi cabello y dejo caer el pelo por mi espalda desnuda. Noto mi respiración agitada mientras continuo caminando para encontrarme contigo. Y eso ocurrirá en mitad del camino, porque sé que tu también quieres que ocurra. Vamos, ven. Dejemos caer al suelo todos nuestros secretos. Tumbemos en cualquier lugar nuestros miedos. Dejemos que se mezclen nuestros olores. Dejemos que suceda lo que tenga que suceder. Llenemos de placer nuestras inseguridades.
Me detengo con una media sonrisa en los labios. En efecto, estabas en mitad del camino esperándome. O, mejor dicho, buscándome.